lunes, 14 de marzo de 2016

AGUA: La huída



Fresca, cantarina, joven aún, corre por los arroyos, saltando entre piedras, esquivando obstáculos en su precipitada huida de las montañas.. Pero ¿de qué extraños y peligrosos monstruos huye?. Quizá solo de aquellos que su joven imaginación le hace ver en las sombras, en los recodos de los bosques que atraviesa.
Acaso por eso, corre y corre DIN cesar precipitándose por los barrancos en busca de la protección del río, de la compañía de otras aguas jóvenes como ella, para ser amansadas y entregadas a la paz del mar.
Lo que tal vez no sepa, ni siquiera se imagine ese agua joven, es que es precisamente el mar quien esconde los monstruos más terribles allá en sus fosas abisales. Puede que lo que no llegue a entender es que, llegada a la mar, dejará de ser ella misma para ser asaltada y poseída, llena ya para siempre de ese pegajoso elemento que, salado él, no la abandonará nunca jamás.
Pero hoy, aún prístina, aún fresca, aún cantarina, alegró mi paseo proporcionándome paz y armonía con su desenfadado canto...

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