viernes, 22 de abril de 2016

EL OSO: Cambiaré mi nombre


¡No! ¡Otra vez no! Aprendiz de Escritor acababa de cazar el salmón más grande que jamás viésemos en este bosque. Fue una casualidad, lo sabíamos. Pero fue un gran momento para el clan. El joven intentaba ser escritor y todos queríamos que lo fuese. Estábamos necesitados de grandes historias que legar a nuestros hijos.
Como hace unos años, primero aparecieron los perros. Esos animales bastardos al servicio de los humanos. Entonces escapé porque andaba explorando por los bosques altos. El regreso fue dantesco. Encontré a los míos masacrados. Algunos, mutilados. Les habían cortado las manos y los pies. A Alma que Habla con el Viento le habían cercenado la cabeza. De su cuello salía la sangre a borbotones volviendo a la Tierra Madre. No supe qué hacer. A otros les habían hecho cautivos. Tampoco pude seguir su rastro. Solo el del pequeño que aún no tenía nombre. Día a día, vi lo que hicieron con él en su presidio hasta aquella noche en que lo vi hundirse en el estanque abrazado al reflejo de la Luna.
Hoy volvían. Rugí advirtiendo a los míos. Sonaron los truenos. Dos cayeron. Ellos no eran muchos y se conformaron con aquellos dos cuerpos mientras la sed de venganza me corroía las entrañas. Con los ojos inyectados en sangre y el corazón queriéndose salir del pecho, mi cerebro exigía revancha. Devolver a aquellos asesinos el daño que nos habían infligido. Hacerles sentir el horror de la muerte violenta, cruel e inútil.
De pronto, vi su cuerpo tendido en la orilla del río más allá de la cascada con un enorme salmón a su lado. Abatido por la ira y la impotencia descendí hasta él. La vida había huido, a través de un agujero en el pecho, de aquel joven que soñaba con ser escritor. Tomé su cuerpo inerte en mis brazos. Él, que habría matado por colaborar en DesafiosLiterarios.com, yacía sin vida. Yo, postrado sobre la tierra juré solemnemente sobre su cadáver que, desde ese mismo instante, viviría solo para tomar la más cruenta revancha sobre todo ser humano que pudiese alcanzar.
Por Alma que Habla al Viento, por Oso Abrazado a la Luna, por Oso que Escribe, por todos los demás, me transformaré, cambiaré mi vida y cambiaré mi nombre. Hoy ha muerto El Que Cuida al Clan. Hoy ha nacido El Que Ejecuta la Venganza.

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