domingo, 7 de febrero de 2016

EN NEGRO...

PicsArt_1449683688016
Aquel tipo era un alarde de visceralidad. Liberó el tambor del revólver para sacar  con total parsimonia, una a una, las balas mientras miraba, sin verlo, al sujeto atado de pies y manos a la las silla.
Habían sido amigos un tiempo atrás y en honor a esa pasada amistad, dejaría solo una bala y dispararía un solo tiro. No era él si no la diosa Fortuna quien tenía en sus manos la vida del pobre diablo. Cerró el tambor. Apuntó… El estampido atronó sus oídos.
Cuando el humo se disipó, un orificio negro adornaba la frente del fiambre. En sus finos labios se dibujó una fría sonrisa. El el último instante se le ocurrió que no habían sido tan amigos y dejó dos balas en el tambor.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
PicsArt_1449683610095
El comisario miró el cadáver con una muestra de desprecio en su cara a la vez que pasaba el dedo por la superficie limada en la que debería estar el número de serie de aquel revólver que sujetaba en la mano enguantada.
Con sumo cuidado, colocó el arma en la del muerto y se dirigió al club silbando tranquilamente por la calle iluminada de neón. La rubia platino, embutida en un imposible vestido, le esperaba besándose apasionadamente con el tipo de la cicatriz en la cara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario